La nueva normativa sobre hipotecas (en vigor desde el pasado 16 de junio) obliga a los bancos a evaluar “en profundidad” la solvencia del cliente. Y para ello, el banco debe consultar la información del cliente que consta en la Central de Información de Riesgos del Banco de España (CIRBE). Por ello conviene revisar previamente qué información consta sobre él en la CIRBE.

CIRBE es una base de datos gestionada por el Banco de España en la que constan los riesgos (a partir de 9.000 euros) que los bancos tienen con cada cliente. Por tanto, si una persona ha recibido un préstamo bancario, tiene una póliza de crédito o ha otorgado un aval, ello constará en la CIRBE.  Esta información es muy importante para el banco a efectos de conceder o no la hipoteca, pues le permite conocer el montante de la deuda que tiene dicho cliente con las distintas entidades de crédito.

La información que consta en la CIRBE puede ser consultada gratuitamente por el propio interesado. Puede hacerlo presencialmente (en el Banco de España o en sus sucursales), por correo, o por Internet si dispone de firma digital ( http://www.bde.es , apartado “Portal del Cliente Bancario”).

Es conveniente, por un lado, para detectar y corregir posibles inexactitudes que pueden afectar negativamente a la imagen de solvencia (por ejemplo, si en la CIRBE sigue constando un préstamo que ya está pagado, o un aval que ya se canceló).

Asimismo, permitirá “cuadrar” los datos que constan en la CIRBE con el resto de información que el banco solicite.  El banco no verá con “buenos ojos” que la información que facilite el cliente no coincida con la que consta sobre él en la CIRBE.

Si por otro lado, se ha concedido algún aval (por ejemplo, avaló a un familiar a la hora de solicitar financiación), el banco comprobará si esa financiación se está pagando. Por tanto, es aconsejable que se demuestre al banco que su familiar está pagando regularmente la financiación desde una cuenta en la que él ni consta ni hace aportaciones (pues en ese caso el aval no afecta a su liquidez, aunque sí pueda afectarle en caso de impago).

Otro aspecto que tiene en cuenta el banco es el historial de las financiaciones que constan en la CIRBE (importe inicial e importe pendiente de pago). Por ejemplo, si se solicitó una primera hipoteca de 150.000 euros de la que quedan pendientes 60.000, indica que se ha ido amortizando correctamente el préstamo (y que el valor del inmueble hipotecado es muy superior a la deuda actual).